Psicólogos de Harvard demuestran que las personas que dedican toda su atención a lo que están haciendo logran una mayor sensación de plenitud
La felicidad no depende tanto de lo que uno hace sino de cómo lo hace, según una investigación de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) presentada en la revista Science.Quienes prestan poca atención a lo que están haciendo y se distraen pensando en otras cosas suelen expresar un nivel de satisfacción bajo. Por el contrario, quienes se vuelcan en lo que hacen y no sucumben a las distracciones expresan una mayor sensación de plenitud.
La única excepción es hacer el amor. Es la única actividad que ha demostrado tener una influencia importante en el nivel de satisfacción. También es la actividad que se suele practicar con más dedicación y menos distracciones. Según los resultados presentados el pasado 12 de noviembre en Science,el nivel medio de satisfacción de los ciudadanos al hacer el amor es de 90 en una escala de 0 a 100. La segunda actividad en el ranking, hacer ejercicio físico, se queda en 75.
"El porcentaje de encuestados que estaba pensando en otra cosa al hacer el amor es del 10%", ha informado por correo electrónico Matt Killingsworth, primer autor de la investigación. En cualquier otra actividad la tasa de distracciones supera el 30%, y se eleva hasta un 65% en actividades de aseo personal como ducharse. El equipo de Harvard no ha analizado todavía si el 10% de distracciones registrado al hacer el amor varía según el sexo.
La investigación se enmarca en la disciplina emergente del estudio científico de la felicidad. Su principal limitación es que mide un tipo de satisfacción a corto plazo que tal vez no sea un reflejo preciso de la felicidad. Pero el estudio tiene la virtud de que por primera vez ha conseguido monitorizar el grado de satisfacción de una muestra amplia de ciudadanos en tiempo real mientras realizan actividades cotidianas. Esto ha sido posible gracias a una aplicación que los investigadores han desarrollado para el iPhone llamada Track your happiness (monitoriza tu felicidad). Los 2.250 voluntarios de distintos países que han participado en el estudio, de 18 a 88 años, recibían mensajes a distintas horas del día en que se les hacían preguntas como qué hacían en aquel momento o cómo se sentían. Los investigadores han analizado hasta ahora 250.000 respuestas. "El estudio continúa y, si alguien de España quiere participar en él, puede apuntarse en trackyourhappiness. org", informa Killingsworth.
Al margen de hacer el amor, todas las demás actividades tienen una influencia pequeña en el nivel de satisfacción. Por lo general, las personas que están conversando con amigos o escuchando música expresan un nivel de satisfacción más alto que las que están trabajando o sentadas en casa ante el ordenador.
Pero las grandes diferencias no están ahí sino en la atención que las personas prestan a lo que hacen. Cuando uno está concentrado en una actividad, el nivel medio de satisfacción es de 70 sobre 100. La puntuación es similar cuando uno se distrae pensando en algo agradable, pero cae a 60 cuando piensa en algo neutro y a 40 cuando piensa en algo desagradable.
"Si se pide a la gente que imagine que ganan la lotería, suele hablar de lo que haría -´me iría a Italia, compraría un barco, estaría en la playa´-",ha explicado Daniel Gilbert, coautor de la investigación, a The New York Times. "Pero nuestros datos sugieren que el lugar donde se encuentra el cuerpo es mucho menos importante que el lugar donde se encuentra la mente. El corazón va allí donde la cabeza lo lleva, y a ninguno de los dos les importa mucho dónde hayan ido los pies".
Josep Corbella, La Vanguardia 21 de novembre de 2010 pàg 46
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